Una mujer deseosa de aprender de revés, niña que mira el mundo através de las hojas. Y ahí aparece una de las filosofías fundamentales de la obra, la de la niña interior que sale y sabe abrir la puertapara ir a jugar, como en el estribillo de la infancia. Una niñadolida, suspendida en una butaca y en su silencio, se encuentra a símisma en las esencias de la alegría, aprendida en los aromas de laabuela y en el juego, bien serio, de vislumbrar el poema.
Estahija, por ventura bienaventurada, también abuela, madre y hermana,viaja por los milenios de las mujeres ancestrales, como bella por sucasa, también clara y milenaria. Así la vemos siempre, la viajera, laque canta y visiona cielos morados en sus paisajes pintados comoespejismos de astros.