A las 11.00h del 21/08/1936, se captaba en el puente del Almitante Cervera el mensaje -Enemigo está dentro. Disparad sobre nosotros-. Eran los postreros mensajes que la guarnición de Gijón, cercada y asediada en sus acuertelamientos desde hacía treinta y tres días, transmitía al buque. Desde el crucero la dotación asistía impotente al asalto por parte de las huestes del Frente Popular del cuartel de Simancas, último de los reductos gijoneses.