Unas cuantas primaveras ajetreadas, repletas de mariposas en cuyo vuelo me centré demasiado. Ese es el primer motivo por el que los sentimientos han escapado de mi mente; para grabarse, como tatoos, en estas páginas. Quizá también se claven en tus pupilas. En el fondo. Bien adentro. Y rocen las entrañas, donde nace la magia que brota cuando se sienten algo así como derretidas.
El segundo motivo, el principal, eres tú, que ya formas parte del libro.
¿Te atreves a descubrir por qué?