A veces, decir «no te conozco de nada» significa «no te voy a reconocer por nada del mundo».En la casa de veraneo de un acaudalado coleccionista de arte se reúne un variopinto grupo de personas. Juntas pasan unas cuantas horas y, a pesar de las frases agradables y los comentarios corteses, la relación acabará envenenada por lo que no se dicen. Muchos de ellos parece que no se conocen de nada, pero la realidad es muy distinta.
Cada uno esconde un secreto; cada uno oculta una infamia. La realidad adquiere de pronto el carácter de un rompecabezas cuyas piezas se acercan y amenazan con acoplarse. El destino es caprichoso y se divierte creando extrañas coincidencias.
Pequeñas infamias es una novela sobre las casualidades de la vida. Sobre las que se descubren por sorpresa, sobre las que no llegan a descubrirse y sin embargo marcan nuestro destino, y sobre las que se descubren, pero se mantienen en secreto, porque hay verdades que no deberían saberse nunca.
Puede leerse, también, como una sátira de sociedad, como el retrato psicológico de una galería de personajes, o como un apasionante relato de intriga, cuyo misterio no se resuelve hasta las últimas páginas.