La familia de Santi ha decidido trasladar su residencia de descanso a un pueblecito pequeño, Lobras, donde no conocen a nadie. Allí, Santi se encuentra con Lucas, uno de los poquísimos niños que habitan aquel pueblo y con quien entabla una gran amistad.
Los dos jóvenes, embaucados por las historias del pueblo sobre una cueva, deciden aventurarse para descubrir el misterio que encierra aquella caverna.