En el largo periodo de la conquista de Hispania por Roma surgen casi sin pensar algunos nombres, como los de Escipión Africano, Aníbal Barca, Viriato... pero a pocos, salvo a los muy versados en el tema, se les ocurriría citar al protagonista de estas páginas; y, sin embargo, su nombre quedó grabado firmemente en la memoria de los pueblos que constituían la población de esa indómita tierra. En efecto, Quinto Sertorio, supo ganarse el respeto, e incluso el afecto, de los hispanos cuando su territorio se convirtió en uno de los escenarios en los que se dilucidaba la lucha por el control de la agonizante república romana en la segunda mitad del siglo I a.C. Asistiremos aquí al relato de cómo Sertorio, casi siempre superado en número y recursos por sus numerosos enemigos, entre los que llegó a contarse Cneo Pompeyo, que luego sería conocido como 'Magno', y demostrando su buen hacer táctico, puso en jaque a cuantos ejércitos Roma envió contra él derrontándolos en diversas ocasiones.