Estamos en el año 1793 y continúan las aventuras del marino Francisco Leñanza, una vez retornado de las Américas, y recuperándose en su residencia murciana de los estragos sufridos en su última y accidentada misión. Sin embargo, esta vez es el Mediterráneo, en plena Revolución Francesa, el centro de la acción.
Enfrentada la Convención a toda Europa, se crea una inesperada alianza hispano-británica en apoyo de los realistas franceses sitiados en la ciudad portuaria de Tolón, punto neurálgico de la marina gala en el Mediterráneo. El ya teniente de navío Leñanza, conocido como Gigante, embarca en la fragata Santa Casilda como segundo comandante rumbo a Cerdeña. Tras los combates de Tolón marinará la fragata francesa apresada, Helène, que toma el nombre de Sirena para servir a nuestra Armada.