Berlín ejerció una influencia indeleble sobre Helmut Newton y su trabajo. Muchas de sus imágenes icónicas muestran su fascinación por la ciudad a lo largo de su extraordinaria carrera, desde los años treinta hasta el siglo XXI: noctámbulos en clubes supercool, retratos de desnudos en los moteles de su juventud o su escena cinematográfica.