Los secanos de la llanura de Lleida son consecuencia tanto de las condiciones climáticas y orográficas de la zona, como de las actividades agrícolas y ganaderas que se han realizado de forma tradicional. Todo esto ha propiciado un paisaje característico y una flora y una fauna única a nivel catalán. Pese a estos valores naturales incuestionables, su aparente paisaje árido y plano han hecho de estos ambientes uno de los grandes desconocidos por parte de la sociedad.