Los postulados de escritura de Di Benedetto lo asocian con una filiación subterránea de la literatura hispanoamericana que prolonga la literatura fantástica, concentrándose en efectos y sentidos semejantes a los de los textos clásicos del género. Con prácticas muy variadas, podría incluirse en esa corriente a Felisberto Hernández, Silvina Ocampo o Virgilio Piñera. Son todos escritores donde lo fantástico se desarrolla como impresión y no como fenómeno argumental, como horizonte y no como mecanismo narrativo.