Se trata de una travesía por el Atlántico en solitario y en sentido Oeste-Este, en contra de los vientos alisios, desde Buenos Aires hasta El Hierro. Román Sánchez nos explica sus peripecias de forma amena y divertida haciendo que el lector se sienta embarcado en su viaje y en el velero Finisterre, su fiel amigo y compañero de fatigas. Numerosas dificultades se interpusieron al avance del Finisterre, desde la incomprensible burocracia de los funcionarios de aduanas en la costa brasileña, a un naufragio, pasando por temporales y misteriosas vias de agua que es necesario achicar con gran esfuerzo. Román consigue superar con mayor o menor fortuna todos los problemas.
La obra describe con detalle los lugares por los que transcurre la navegación, así como las relaciones con sus habitantes y con los demás navegantes con los que se encuentran.
El autor no sólo narra las aventuras de esta travesía sino que, además, anima al lector a seguir sus pasos, a olvidar las "ventajas" de la civilización y a lanzarse a la vida en el mar. La decisión de partir no es tan difícil, lo importante es la voluntad de llevarla a cabo (incluso con poco dinero).
Escrita con un estilo fresco y fácil de leer, esta obra gustará tanto a los amantes de los libros de viajes y aventuras, como a los aficionados a la navegación.