La responsabilidad penal de las personas jurídicas se introdujo en nuestro Código Penal a través de la Ley Orgánica 5/2010, de 22 de junio, y se mejoró y amplió por la Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo. A partir de esta nueva regulación, se abandona el viejo aforismo societas delinquere non potest y se considera que las empresas pueden cometer delitos y, por tanto, serles aplicadas las correspondientes penas. Para ello, el procedimiento penal ha de dirigirse no solo contra la persona física (directivo o empleado) que haya perpetrado el hecho ilícito, sino también contra la persona jurídica en cuyo seno y para cuyo beneficio, directo o indirecto, se haya llevado a cabo la conducta delictiva.
En la presente monografía se analizan de una forma sistemática y muy práctica los diferentes aspectos de ese proceso penal que se abre frente a la persona jurídica: la jurisdicción y competencia; su comparecencia y representación en juicio; los conflictos de intereses entre su defensa y su representación procesal; la responsabilidad penal del compliance officer; la estrategia de defensa; el sobreseimiento en relación con la persona jurídica; las fases del procedimiento; la apertura del juicio oral; la responsabilidad civil de la empresa; las penas y las medidas cautelares, y la relevancia de la doctrina del Tribunal Supremo en esta materia.