Vivir en la Alemania de Hitler para un niño mulato no es nada fácil. Anaruz, a sus siete años, era el fruto del amor entre una alemana y un soldado indígena de las tropas coloniales del norte de África, héroe de la Gran Guerra.
Tras la subida al poder de Adolf Hitler, padre e hijo deciden huir a un lugar más seguro disfrazados de mandatarios del Tercer Reich. Según su padre, ese sitio era el pueblo de sus orígenes, Beni-Chicar, una pequeña aldea situada al Norte del Rif. Antes de emprender el viaje, su madre le entrega una bolsa llena de caramelos con sabor a café. Eran los mismos caramelos que él iba descartando porque no le gustaba su sabor y que su madre ha ido guardando con el tiempo. En el transcurso de la evasión, Anaruz, descubre que el único recuerdo que tiene de su mamá son esos caramelos.